Resultò ser que al final llegaron a las 20 horas y 31 minutos con botellas de vino muy caros y con muchas halajas desconocidas para nosotros. ¡La Puta Madre! Traìan cruces, un lenguaje, y una religiòn de mierda con la que no coincidìamos ni ahì.
Mi ojo en la mirilla de la puerta y de repente ¡toc! ¡toc! Descubrieron nuestro antro. De alguna manera se dieron cuenta de que ya no nos reunimos màs en el Bar "La Perla".No me acuerdo quièn, los hizo pasar y compartimos los vinos.
Todos nos divertimos, pero sè que en nuestro interior estabamos esperando el tenebroso momento. Las cortinas negras representaban nuestro futuro.Bueno al fin llegò el momento. Estoy escribiendo èste ensayo, por asì decirlo en èste preciso momento. Sitùense: 1492, 20 horas 47 minutos... La Panaderìa. Suena la cadena del baño, las luces se apagan y Cristòbal y sus hombres se ponen de piè, sacan sus cruces y en el nombre de Dios... ¡¡¡En el nombre de Dios!!! La puta madre... empezaron a cortar cabezas, con el propòsito de colonizar nuestras tierras...
Llegò mi turno... ¡¡¡AAHHHAAAAAARRRRGGGGGG..............!!!
ZeVa
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