Quizo adentrarse en el infierno y lo hizo, paseó por la metropolis. Andando por allí, su mente comenzó a hilvanar palabras y no pudo contener un decir que escapaba a la cuestion de la voluntad. Decía en voz alta para asombro de las baldosas que ya nada les sorprende:
"Olores mixtos, miradas furtivas, capitales foráneos, gritos sordos, baches, parches, mugre, carcajadas maléficas, inocencias bastardeadas, ventajas codiciadas, venenos en oferta y antídotos ilegales, llantos apagados, tristezas maquilladas, voluntades pisoteadas, pisadas olvidadas.
¡Este era el horizonte hace no mucho tiempo!".
Demas está decir que nadie se inmutó.
sábado, junio 14, 2008
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1 comentario:
Buen blog, salud!, Andaré de vuelta.
Suspiro...
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