Akahatá: tu dealer literario
2.
kaos en la ciudad

3.
Memorias de un fibrón

4.
Careta en mano

Además eliminé los links que no funcionaban y arreglé otros!
Tienes algo (en realidad sólo crees que lo tienes)
Que es en realidad ausencia
Lo concibes como algo
Para que deje de ser nada
¡Lo tienes!
Te esfuerzas por creetelo
Lo puedes agarrar
Lo tienes
Lo tomas
No lo puedes beber
Le construyes una identidad
Lo admiras
Te supera
Le das tu mano
“La cosa” te da su mano
¿Tiene manos?
Si quieres que las tengas: Tiene manos
Ahora se acompañan mutuamente
La escena transcurría ahí nomás, en el planeta tierra. Era un grupo de aproximadamente ocho personas que se había organizado en círculo sin haberlo premeditado. La intención colectiva era prender el fuego, o al menos eso pensó equivocadamente Miguel quien concretamente se preocupaba por encontrar la manera de prenderlo. A los del colectivo redondo, que tenían sus manos en los bolsillos, les preguntaba si tenían fuego… Le preguntó a uno, a dos, y luego a todos: ¿Alguien tiene fuego? Y el tercero consecutivo ofreció su encendedor. Miguel agarró el encendedor y le dijo: “La típica de siempre”. Tres o cuatro litros de segundos gotearon lentamente. Y Miguel pensó que sería bueno aclarar: “Después te explico porque es la típica de siempre”. Y comenzó a prender el fuego.
Sucedió que en algún momento el azar se transformó en regla. Y a las reglas del azar no las podemos transgredir.