Nunca bajaré del tobogán

Sentado sobre el tobogán y con la cabeza entre las piernas parecía dispuesto a no bajar jamás.
-Dale che, bajate, vamos
-No, no quiero
-¿que te pasa?
-No estoy dispuesto a perder mi infancia, éste cuerpo no me pertenece, y no debería pertenecerle a nadie algo que no recibió cuando llegó a este planeta. Tengo derecho a reclamar por ésta mercadería ¿no?. Nadie debería crecer. Los adultos siempre fueron adultos, y yo no quiero ser así.
-¿Así cómo?
-Todos van y vienen muy seguros, saben a dónde van, tienen todo incorporado en sus mentes, nada les sorprende... Si pudiera seguir siendo niño...
-Podés si querés, pero no va a ser fácil. Los adultos te van a exigir. No sé, no es fácil, pero creo que es posible.
-Niño o muerte.
-Bueno bajate y no apagues tu vida, sos libre
-Claro, trataré de ser original al menos.

Bajó y cada uno marchó a su lugar o partió hacia su rumbo, que nadie nunca sintió como propio.

ZeVa